Y en medio de una clase una compañera te tira: "no, la entrega de monografías es el 15". ¿¡QUÉ!? Sí señores, mal del segundo cuatrimestre: cuando el aluvión de primeros parciales parece pasar enseguida viene la gran ola. El problema añadido resulta, esta vez, que el 2do parcial de Griego 1 es el 16 (siempre de noviembre, se entiende). Y yo soy un mortal de voluntad quebrantable, tan quebrantable, que es evidente que no podré terminar mi monografía unos días antes como para dedicar un tiempo prudencial al estudio de declinaciones, conjugaciones y sintaxis. Un compañero señala que la relación de poder tan flexible entre el polo estructurado (alumnos) y el polo estructurante (profesores) en Teoría 3 permitirá que no haya problema con entregar la monografía "algún día más de la semana siguiente". Sin embargo el problema así sería el mismo, sólo que espejado... Para todo esto, menos de un mes. Ah, además el jueves que viene tengo que entregar un informe de monografía cuando aún no elegí la novela que quiero trabajar... es más ni siquiera lei ninguna.
El otro problema es que el domingo es nuevamente el día de la madre. Y como todos los años los tres hijos varones no sabemos qué regalarle a mamá. Más allá de que esta clase de fechas tengan un espíritu netamente comercial y que terminen institucionalizando la acción de regalar, mi vieja se desloma por todos nosotros y nos parece bien cumplir con su silencioso deseo de ser homenajeada. Además de que nadie quiere saber qué catástrofe sucedería si por alguna razón no lo hicieramos... En fin, ayer, tras cuatro horas de intermitente cavilar resolvimos con Edu (hermano mayor mayor) buscar una camperita primaveral. De hecho este post me recuerda que quedé en hacerle acordar que revise galerías de Capital. Mañana, si es necesario, yo haré lo mismo por Lomas. Alejandro (hermano mayor menor), como casi siempre, terminó zafando del laburo.
El otro problema es que el domingo es nuevamente el día de la madre. Y como todos los años los tres hijos varones no sabemos qué regalarle a mamá. Más allá de que esta clase de fechas tengan un espíritu netamente comercial y que terminen institucionalizando la acción de regalar, mi vieja se desloma por todos nosotros y nos parece bien cumplir con su silencioso deseo de ser homenajeada. Además de que nadie quiere saber qué catástrofe sucedería si por alguna razón no lo hicieramos... En fin, ayer, tras cuatro horas de intermitente cavilar resolvimos con Edu (hermano mayor mayor) buscar una camperita primaveral. De hecho este post me recuerda que quedé en hacerle acordar que revise galerías de Capital. Mañana, si es necesario, yo haré lo mismo por Lomas. Alejandro (hermano mayor menor), como casi siempre, terminó zafando del laburo.
4 comentarios:
A mi madre yo le regalo comidas ricas, libros o flores o todo a la vez.
El parcial lo toman el 16 porque la catedra de Torres es una mierda (no es la que no permiten el uso de diccionario?)
sí, exactamente
¿el cuatrimestre no se supone que termina la semana del ventipico?
juraría que el año pasado fue así
Me hiciste acordar a esa líneas de un tema de El Otro Yo: "Viene una Ola y lo tapa todo..."
Saludos
creo que termina el 17
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