viernes, 30 de noviembre de 2007

Habitar es transitivo, vivir no

Mi amiga Luján se muda. Se muda y toma una medida drástica, idealista y muy utilitaria. Está revisando todas las cosas que tiene en su cuarto para llevarse lo estrictamente necesario a su nuevo hogar. Lo demás, lo tira. No me veo como la clase de persona que se muda. Luján me confesó que ella tampoco, pero que le tocó. Desde que nací vivo en esta casa que construyó mi abuelo (bueno, también varios albañiles) en las orillas de Temperley ['temperlei], entre la estación y el partido separatista de San José. Uno de los sueños recurrentes de esta familia es la migración hacia la capital, sueño que en alguna medida se ha cumplido con mis hermanos viviendo allá desde mediados de este año.

Claro que yo también comparto ese ideal: deliro por no viajar entre trenes y subtes 3 horas por día para ir a la facultad, no depender del Roca para llegar a cualquier punto de la capital, no tener que planear el salvataje de las horas perdidas en transporte de antemano, no esperar colectivos que nunca llegan a las 4 de la mañana para volver. Sin embargo, cada vez más, disfruto la sustancialmente baja densidad poblacional del sur. Lo mismo que las comodidas suburbanas: tener una casa con fondo, árboles, parrilla, una pileta, poder hacer una reunión con 15 amigos y que todos estén cómodos. Mi vida está atravesada por los dos espacios, las dos formas de vida. Amigos acá y allá, familia acá y allá, responsabilidades acá y allá. Mis constantes sueños sobre trenes, subtes y colectivos tienen que ver con esta neurosis de vivir entre dos ciudades, una al alcance de la mano de la otra, obligandome a migrar todos los días.

Mi mamá tambien vive desde que nació en esta casa y es la que despotrica con mayor frecuencia contra la vida en la periferia. Sin embargo trabaja dentro del partido de Lomas y la mayoría de sus amigos vive por acá. Yo no creo que ella pueda mudarse, no muy lejos, por lo menos.

Luján tira todo en serio. Me dijo que vaya a su casa y rescate lo que quiera de los libros que piensa tirar. Obviamente yo planeo llevarme todos porque, si bien no creo ser de las personas que pueden mudarse, sí sé que soy de las personas que no pueden desprenderse fácilmente de las cosas, muchísimo menos de los libros.

martes, 27 de noviembre de 2007

Apolineo

Ayer, oficialmente, se terminó el descanso post fin de cursada. Si bien promocioné Teoría 3 con un nerdísimo 10 (y como dice mi amadísima novia "te ganás el odio mariconeando antes") tengo que dar Griego con Torres y de una vez por todas Latín con Steinberg. Ayer ayudé a Larisa (mi erómeno con nombre de polis) con su parcial de Filosofía y le hice entrega de los 4 cds del Final Fantasy VIII que me venían alejando de las lenguas y culturas clásicas. Tengo pensado dar el final de la lengua de Homero el 5 de diciembre y dejar para el 19 el de la lengua de Benedicto XVI.

Entre otras novedades mis seres queridos no pueden dejar de hacer alusiones poco felices a mi panza. Si bien es un clásico de esta época del año, parece que a todos los tomó por sorpresa. Durante el invierno me mantuve en mi peso habitual: 68/69 kg. Hoy me acerco peligrosamente a los 75kg. El plan bicicleta, mencionado en un post anterior, finalmente se puso en marcha aunque con poco método. Ah, por si a alguno todavía le extraña la coquetería por parte de un hombre pongo de manifiesto que mis pretensiones de bajar de peso son puramente estéticas: no tengo problemas de salud, mi novia dice que le gusta mi "panza de bebé", aún no llegué entre los amigos al status de "gordo que va al arco". Solamente quiero que me entren mis remeras y mis pantalones de siempre. Por eso tomé una medida drástica: estar a dieta.

Así que practico la enkrateia en todo sentido, entreno a mi mente para los finales mientras disciplino a mi cuerpo con ejercicios y alimentación a base de fibras y yogures.

Ya vendrán tiempos más dionisíacos...

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tranquilidad sin huracán

Me faltan tres páginas para terminar mi monografía. Tengo todo un esquemita del último tópico a desarrollar. Tengo las citas marcadas. Tengo un subtítulo. Tengo alguna frase armada en un .txt autónomo ("el autor invade el relato mediante interjecciones, el deseo de insertarse en el lugar del artista popular es tal que finalmente termina asaltando el espacio textual y conviviendo con sus personajes"). Pero no, no tengo ganas de ponerme a escribir.

Probablemente esta monografía se cuente entre las olvidables, y es una lástima porque me tomé un laburo importante para conseguir bibliografía y moldear una lectura, pero simplemente la presentación no está a la altura. Toda esta semana tuve severos problemas de redacción, de los que implican borrar y reescribir siete veces la misma oración.

La entrega es mañana, pero me llegó un mail de mi profesor de práticos, informando que el plazo se corrió hasta el martes. Too late. Prefiero obtener la vana gloria de entregar en término en lugar de seguir renegando.

El problema de fondo es que el viernes tengo parcial de griego y todavía no me senté a memorizar la demoniaca cantidad de desinencias que mi cerebro debe alojar. Sin embargo, soy pura tranquilidad. Tuve un día excelente y parafraseando a mi amiga Lu "parece que me hubiera fumado a Osho".

domingo, 11 de noviembre de 2007

Tradición




"En cuanto a la Banda Oriental, me place enormemente saber que existe todavía una nación en el globo que no tendrá 'paz a cualquier precio'. Cuanta más degollina a la antigua de la buena haya en la Banda, más me gustará".

W.H. Hudson, Carta a R.B. Cunninghame Graham, 21 de Marzo de 1897

sábado, 10 de noviembre de 2007

Medias y Sombreros (#2)


Medias y Sombreros es un espectáculo. Supongo que cada uno de los que lo hacemos debe resultarle, sin embargo, algo distinto. Estoy seguro de que J lo querría vincular al linaje de ciertos shows clandestinos, ricoteros por qué no. A lo mejor Guada lo definiria como una exteriorización divertida, un show-off de nuestra escritura. Nan lo pensaría como una instancia cara rota del delirio colectivo que nos mueve cuando nos activamos en conjunto.

Medias y Sombreros consiste de lecturas de poesía y narrativas (nuestras, alguna que otra ajena) canciones amenizadoras y ciertas comicidades improvisadas más otras no tanto.

Yo no sé muy bien qué es o si hay un propósito, probablemente como los demás que no deben saber tampoco mientras yo conjeturo. Solamente puedo atestiguar que desde el primer show (en el que me divertí mucho y me cargué de una adrenalina que hacía bastante no me inyectaba) estoy pensando en el segundo y que de algún modo eso modificó mis costumbres escriturales. Veremos.

Medias y Sombreros #2 va a ser el sábado 17/11 a las 20hs en Magariño Cervantes 1671 (Caballito). El que quiera venir a ver, que venga.

Leeremos:
Ariel Wasserman
Guadalupe Arriegue
Nancy Gregof
Ezequiel Vila

invitada Leonor Silvestri (ella juega en primera)


Acá pueden ver fotos y un brevísimo informe de la primera versión de M&S.

martes, 6 de noviembre de 2007

Borges tenía razón (clisé)

j-entre al blog renovado
z-cosas verdes
j-si, había cosas interesantes
z-maso, no me gusta mucho mi blog, pero subo entradas porque el diseño me quedo tan lindo...
j-el primer diseño que me llamó la atenció fue el de Guada, cuando cambió todo
z-matando enanos, no? la puta que te parió...
j-bueno, pero ese es predeterminado
z-el de Guada también es predeterminado, pero es de los nuevos.
j-me gusta que no tenga barra
z-a mí me gusta que el mío tenga barra para zurdos

Larisa escucha "zurdos" y pregunta. Ella camina un poco más atrás (la arrastro) y J más adelante (arrastrándonos). Estamos apurados en pleno microcentro, para ir a comer pizza con palomas.

Hoy temprano fui a la biblioteca del instituto de literatura argentina. Joven estudiante, ¡que no te dé paja como a mí! ¡Está buenisima! Le hinché las bolas a las dos bibliotecarias (que son muy agradables y serviciales, dicho sea de paso) toda la mañana pero conseguí buen material para la monografía de Teoría 3 (material que fotocopiamos al toque, que Eve escaneó en parte esta misma tarde y que pueden bajar de la carpeta 4shared de foropuan). La verdad es que nunca imaginé que el solo pensar en emerotecas podía generarme placer. Es tan freak, lo sé, pero es como entrar a una juguetería y poder jugar con todos los chiches por un rato.

Larisa me acompaño y se puso a estudiar mientras me miraba absorto repasar algunos números de Revista Nosotros. J se escapó del trabajo y ligó un re trabajo sobre Mariani. Mientras tanto la figura de Leónidas Barletta (yo elegi muy intuitivamente Historia de Perros para mi trabajo) se me hace cada vez más compleja, parece que el chabón era un toque garca y bastante contradictorio, por lo menos así lo pinta un artículo de M. Prieto y algunos datos biográficos, pero deberé constatarlo con las lecturas (que tengo muy atrasadas).

De a poco el enigma de griego se despeja, pero no creo que claree antes del parcial. Por ahora a escuchar Peligrosos Gorriones y aguantar el calor.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Supercampeones

Aunque uno fuera el nene más antifútbol (yo lo fui, hasta los 11 años) los vio. Oliver Atom y sus amigos de la cancha de 5 kilometros (esto en realidad es una injusticia, acabo de hacer un preciso calculo: Tom Misaki tarda 40,3 segundos en llegar de una punta de la cancha a la otra y la velocidad promedio de un atleta [ya no digamos un futbolista con pelota al pie] es de 14 km/h, esto quiere decir que la cancha de los Supercampeones medía unos 156 metros de largo... sisi, todo es mejor que estudiar Griego 1).

A lo que iba es que conseguí el jueguito de family que nos cocinó la cabeza a mi primo y a mí cuando eramos unos tiernos infantes (previo al advenimiento del Sega, así que deberíamos tener unos 7 u 8 años, aunque hay que subrayar que fue uno de los pocos juegos de family que lo sobrevivió) entonces entre declinaciones y conjugaciones me juego un doparti con la selección del Japón.

Para los que conozcan el juego o la serie sobra aclarar que lo que se juega es cualquier cosa menos fútbol. Saltos de 25 metros, jugadores que vuelan por los aires tras una falta, combas imposibles y los clasicos tiros que rompen la red. Lo extraño es que la pelota no se rompa nunca (¿y quién no reventó una número 5 alguna vez?).

Es casi como si los personajes de Dragon Ball Z se pusieran jugar un picado. Desde las técnicas especiales (tiro del Tigre, tiro del Halcón, tiro Navaja, tiros dobles) hasta los duelos a muerte que terminan en feliz amistad por objetivos comunes (la defensa de la tierra / la selección nacional). Sigamos por esta línea comparativa, si Oliver es Goku, talentoso y jovial movido por la autosuperación, Steve Hyuga es Vegeta, talentoso-pero-no-tanto y malhumorado, arrastrado a entrenarse por la soberbia y la frustración.

Pero me apresuro, ¿por qué pensar que el capitán del seleccionado japonés es todo lo altruista y fair play que nos muestran? ¿Acaso no persigue los mismos afanes que Hyuga, bajo un manto de hipocresía? Hay algo con los héroes que ya desde chicos no nos cierra. Todos preferimos a Vegeta y a Hyuga, todos ponen a Ikki, el fenix por sobre Seiya el lamebotas de Sahori Kido. Ningún chico quiere a Cíclope, al revés que en el relato, estará siempre debajo de Wolverine. Ni la ¿inocencia? infantil compra el insípido sabor de los buenos que cumplen con creces su areté, cuando ahí nomás están los sentimientos contradictorios y amargos de los segundones, los rencorosos, los que no estan completamente limpios. ¿Desde chicos sabemos que todos tienen un muerto en el placard y que esos main characters sólo los esconden? ¿O nos burlamos de la inocencia pusilánime de esos tipos? Extraño fenómeno el de las identificaciones imaginarias...