miércoles, 16 de julio de 2008

Sex, drugs, rock and rol

La discusión era ardiente porque no esperábamos escuchar eso de Naruqüende. Tanis, hijo de Tanis, también conocido como Lesinavi, nos había mandado a recuperar las 7 llaves de la tumba de Trinos para liberar su poder (su espada) y así derrotar a Captil, rey de Carego-ath. Conseguimos 3 de ellas y fuimos al Continente, donde nos hicimos de 3 de las faltantes. La última se encontraba en la Torre de Isil, donde Naruqüende nos recibió cálidamente (con bolas de fuego). Aunque atónitos por ver a Lugaid III (a quién habíamos enterrado en el oceano hacía unas semanas) igualmente accedimos a entrar a la Torre para conversar con el sabio. Al parecer en la tumba no se encuentra Trinos, el guerrero de Numos, sino Roax el Grande. Roax fue el último que intentó conquistar el continente, hace miles de años. Esto, obviamente, significaba una ruptura de Lesinavi con la Alianza. ¿Qué hacer? Nosotros, Guerreros del Cadaver de Tanis, seguimos a Lesinavi desde el principio y lo ayudamos a retomar su trono en Nerland, sin duda alcanzamos una posición política importante en el Archipiélago al ser sus protegidos. Perdón, llámenme Angmar, aunque mi verdadero nombre me lo reservo, hasta mi hermana casi ha olvidado el que me pusieron. Soy una mujer de la calle, siempre supe arreglarmelas sola, aún en tiempos de guerra, ya que siendo pequeña mi agilidad natural y el hambre me convirtieron en una gran acróbata. Accedí a viajar con ellos porque necesitaba llegar a Efenor, las demás cosas sólo sucedieron. Pero todo volvió a la caja. La caja un día llegó a mi casa, claro que yo no sabía que tenía adentro. Tampoco podía abrirla. ¿Si esa caja fuera el principio de la pérdida de mi libertad? Si termine cómo termine esta guerra acabaré en las garras de Roarx, Captil o Lesinavi ¿vale la pena seguir peleándola?


Este párrafo freak para el ombligo verde que lo mira por tv. Me pareció divertido empezar mi primer alusión directa al rol en este blog poniendome en la piel de mi personaje actual, Angmar. Es la primera vez que roleo un personaje femenino y es bastante divertido, también es de los roles que más he trabajado y, sin dudas, con el que más he jugado.

Perdón, qué es el rol, claro. Digamos que es la madre de las freakstuff, básicamente se trata de representar a un personaje en un universo imaginario por medio de la voz y eventualmente con algún gesto. Ensayé una explicación pero no iba muy bien encaminada, mejor lean el artículo de la wiki...

A pesar de que he jugado otros juegos menos clisé (como La llamada de Cthullu) mi juego preferido es el clasiquísimo Advanced Dungeon & Dragons. Hay una nostalgia primigenia en todo jugador de AD&D, una melancolía por el mundo precapitalista, más allá de los conjuros mágicos, los castillos repletos de pasadizos y la decapitación de monstruos abominables. Es que AD&D, además, está sujeto a otra versión de la historia, una que viene de reinos más antiguos, de dioses que pisaban fuerte la misma tierra que la que pisan los personajes que uno maneja y que, mientras sigan las partidas, jamás devenirá en la revolución industrial.

Saliendo de este último excursus, lo que quería subrayar es que el domingo jugamos una partida quizás soñada. Casi 6 horas de roleo puro. Hablar, hablar y hablar. Ni un combate, ni un puzzle, nada. Sólo discusiones entre nuestros personajes para decidir qué curso seguir, tratando de definir qué defender, qué riesgos tomar. Toda una clase de roleo. Cuándo suceden ésas cosas suelo preguntarme que se le pasa por la cabeza al Master (suelo ser Master y conozco ese sudor frío) que tiene que reformular casi toda su trama a partir de las decisiones que los jugadores toman. Ese es el milagro de la narrativa del rol, que se dispara todo el tiempo, que no depende de una sola persona, que no puede forzarse, que evoluciona y se fragmenta, crece para lados impensados y que no pertenece a nadie.

Recuerdo a Diego, sin dudas mi mejor Master. Con el Duque solemos preguntarnos: "¿qué tenía Diego que era tan bueno?" Mucha experiencia, seguro. Pasión, dedicación. Pero lo más importante: un grupo de jugadores motivados y despiertos. Después de todo el Master aporta el backround y las grandes lineas argumentales, pero son los jugadores los que eligen qué hacer y cómo. La historia se cuenta entre todos.

1 comentario:

Ombligo Verde dijo...

eaaa ojo con el ombligo verde que lo mira por tv eh... mirá lo que genero, que ombligo exigente que soy... en cuanto a los roles, me tendrás que explicar/enseñar... que diferencia hay entre la mística de "cagarse un pedo" y ser freak? tal vez congeniemos, habrá que probar :)

para chico verde que mira al ombligo verde por tv!!!