Recuerdo una era en la que no tenía que pensar en que iba a hacer el fin de semana, los planes se apilaban en torno a una parva de obligaciones placenteras que me convocaban en alguna fiesta, reunión o encuentro casual. Este año hubo un par de veladas memorables, pero insoslayablemente se profundizó el bajón que produjo el cierre de Bordeaux. Esta noche me quedo en casa con una pila de papers sobre El Quijote, una cena magra para cuidar mis dientes enfermos y la prohibición de alcohol que promulgó el antibiótico que me mandó el dentista. Mañana, víspera de feriado, no me tratará muy distinto; con suerte me acompañará Larisa.
Horror, ¿le doy tan pronta despedida a los 20's?
Horror, ¿le doy tan pronta despedida a los 20's?