Ya está on-line el nuevo número de Revista LUTHOR.
En esta oportunidad podrán deleitarse con artículos sobre crítica arquetípica, metodología, teatro y mi modesto repaso de ciertos conceptos de la narratología. Los primeros cincuenta que me enganchen en la vida real y me hablen sobre la revista se ganan un señalador:
martes, 23 de noviembre de 2010
sábado, 9 de octubre de 2010
Estoy viejo
Recuerdo una era en la que no tenía que pensar en que iba a hacer el fin de semana, los planes se apilaban en torno a una parva de obligaciones placenteras que me convocaban en alguna fiesta, reunión o encuentro casual. Este año hubo un par de veladas memorables, pero insoslayablemente se profundizó el bajón que produjo el cierre de Bordeaux. Esta noche me quedo en casa con una pila de papers sobre El Quijote, una cena magra para cuidar mis dientes enfermos y la prohibición de alcohol que promulgó el antibiótico que me mandó el dentista. Mañana, víspera de feriado, no me tratará muy distinto; con suerte me acompañará Larisa.
Horror, ¿le doy tan pronta despedida a los 20's?
Horror, ¿le doy tan pronta despedida a los 20's?
jueves, 7 de octubre de 2010
Noticias breves
Este posteo es una excusa para publicitar la revista Luthor por otro medio más, pero ya que estamos aquí reunidos podemos hablar de otros temas.
Terminé la monografía de siglo XIX. Me quedó un trabajo monstruoso de casi 30 páginas. Era tan insólito que rinda una materia en septiembre que la facultad fue tomada para evitarlo.
En cuanto a la toma de Puan, estuve a favor, estuve en contra, volví a estar a favor. Hablé con muchísima gente, fui a la asamblea, la escuché por ubaclandestina, tuve clases públicas, tuve clases en espacios alternativos, me peleé, fui conciliador, pensé mucho. No voy a repetir todo eso acá.
Estoy dando clases de Lengua en un colegio desde marzo. Nunca lo comenté acá porque mi blog sale en Google. Aunque mis alumnos son bastante nabos con la web.
Empecé kung fu. Creo que nunca tuve un hobby tan copado, excepto que se considere rol un hobby.
Terminé la monografía de siglo XIX. Me quedó un trabajo monstruoso de casi 30 páginas. Era tan insólito que rinda una materia en septiembre que la facultad fue tomada para evitarlo.
En cuanto a la toma de Puan, estuve a favor, estuve en contra, volví a estar a favor. Hablé con muchísima gente, fui a la asamblea, la escuché por ubaclandestina, tuve clases públicas, tuve clases en espacios alternativos, me peleé, fui conciliador, pensé mucho. No voy a repetir todo eso acá.
Estoy dando clases de Lengua en un colegio desde marzo. Nunca lo comenté acá porque mi blog sale en Google. Aunque mis alumnos son bastante nabos con la web.
Empecé kung fu. Creo que nunca tuve un hobby tan copado, excepto que se considere rol un hobby.
viernes, 21 de mayo de 2010
Vida de Piccolomini y muchos otros
“Yo no sé qué cosa me sucede y qué destino me urge, es un hecho que no logro sustraerme de la historia y usar mejor mi tiempo. Muchas veces me he decidido a rechazar las ilusiones de los oradores y poetas, y aplicarme a un trabajo con el que logre poner a seguro mi vejez de los caprichos de la suerte, y así no vivir al día como las fieras y los pájaros. Si hubiese puesto buena voluntad, no me habrían ciertamente faltado ocasiones de estudios capaces de enriquecerme y de hacerme amigos. Y no sólo buscaba persuadirme a mí mismo, estaban también mis familiares que no se cansaban de repetirme: ‘Enea, ¿qué haces? ¿Serás tan solo un poeta por el resto de tu vida? ¿A tu edad no te avergüenza no tener ni campos ni dinero? ¿No sabes que a los veinte años es necesario ser grande, a los treinta, prudente, a los cuarenta rico? ¿Que, quien ha traspasado este límite, ha perdido la partida?’. Me recomendaban pensar que los cuarenta estaban a la puerta, que debía meterme en la primera cosa que se me presentara. Muchas veces, dí mi palabra y prometí que habría de seguir los consejos; vía a los libros de los oradores, vía las historias y toda obra del género, debía librarme de ello como de cosa nociva. Pero como ciertos volátiles que no saben abandonar la llama de la candela, y se queman antes de estar a tiempo de huir, así yo retorno a mi mal que será mi ruina; solo la muerte –lo veo- podrá liberarme. Pero, si este es mi destino, si no sé hacer aquello que querría, buscaré meterle poder y voluntad. Y si la pobreza me amenaza, y bueno, rico o pobre, viviremos hasta la muerte, la pobreza es fea para los viejos, aunque más triste es todavía para los que además son ignorantes. Un pobre como un rico pueden ser sanos de cuerpo y mente. A mí esto me basta, y otra cosa no quiero. Permita Dios, máximo y óptimo, que yo goce en buena salud de aquello en lo que me he metido, y me conceda mente lúcida, un vejez digna y no privada de poesía.”
Enea Silvio Piccolomini, Commentarii de gestis Basiliensis Concilii
domingo, 4 de abril de 2010
Mierda
Una noche más de errabundez interwebística cuando habia mucho tiempo por aprovechar.
Si tan solo hubiera salido por una birra express, mierda.
Si tan solo hubiera salido por una birra express, mierda.
jueves, 11 de marzo de 2010
Marca personal
Me llega la pelota en una cancha abstracta, recibo de espaldas al arco. La piso mientras me doy vuelta para pasar por el costado de mi marcador pero está parado más atrás de lo que percibo y me traba. Vuelvo a darle la espalda y exploto para darle la vuelta por el otro lado, pero vuelve a estar más atrás y me traba. La gano y la pongo bajo mis pies, me doy vuelta para sentir contra mi espalda el pecho del defensor empujándome. Salgo para el costado y de nuevo su pierna, tuerzo el pie derecho en una gambeta de 45 grados y adelanto el fútbol con el pie izquierdo pero de nuevo la pelota se aprieta entre su botín y el mío.
Y así bailamos.
Cuando él fracasa en sacarme la pelota las ganas de rematar un buen tiro con todo el empeine es lo único que aumenta al ritmo de mi desesperación.
Me duelen los pies y un poco la espalda.
Es una jugada que no se termina nunca,
en la que no puedo encarar al arco.
Y así bailamos.
Cuando él fracasa en sacarme la pelota las ganas de rematar un buen tiro con todo el empeine es lo único que aumenta al ritmo de mi desesperación.
Me duelen los pies y un poco la espalda.
Es una jugada que no se termina nunca,
en la que no puedo encarar al arco.
miércoles, 10 de marzo de 2010
El sueño de un arcadio
Según cuentan, dos arcadios a los que unían estrechos lazos de recíproco amor, emprendieron un viaje; llegados a Megara, uno durmió en un albergue, el otro en casa de un amigo. Y he aquí que a este último se le apareció en sueños el amigo implorando su ayuda, pues el dueño del albergue quería asesinarlo. Despertóse horrorizado, pero pensando que todo había sido una alucinación, se tranquilizó enseguida y volvió a dormirse. El amigo se le apareció entonces por segunda vez; cubierto de sangre le reprende y le cuenta que el dueño del albergue lo ha asesinado y metido en un carro de estiércol para sacar así el cadaver de la ciudad.
Georg Büchner, "El sueño de un arcadio" (fragmento, pero casi todo)
El detalle del carro de estiércol (es decir, que el espectro lo sepa) carga a la historia del verdadero valor de la magia de lo fantástico. Lástima que no tenga casi nada más así B.
Georg Büchner, "El sueño de un arcadio" (fragmento, pero casi todo)
El detalle del carro de estiércol (es decir, que el espectro lo sepa) carga a la historia del verdadero valor de la magia de lo fantástico. Lástima que no tenga casi nada más así B.
domingo, 28 de febrero de 2010
Vitae
Busco trabajo y como mi curriculum es pobrísimo fantaseo con adjuntarle la hoja de personaje que hizo Camilo de mí. Me parece vital que un empleador sepa cuanto HP tengo y cuanto peso puedo cargar.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Siempre escribo el título de las monografías antes que las monografías (con las entradas del blog hago al revés)
Dejando de lado el cuelgue que pegué con el blog (es que conté tantas veces en persona el campeonato de Banfield que me dio paja escribirlo acá)...
Todos los que me vieron en la última semana conocen lo que me vengo quejando por cierta monografía que cada día pateo un poco más. Bueno, hoy redacté su primera página. Costó, y no dice nada, pero siempre la primera es la página más difícil. Además todavía no copypastié ninguna de mis sagaces notas en notepad ni utilicé una sola cita, así que son caracteres economicamente valiosos. 100% de relleno, pero 100% originales. No sé cuánto se supone que tiene que durar la monografía de siglo XIX, yo le calculo 15 páginas como mucho.
Ah, por cierto, la idea es terminarla antes del lunes que viene, así puedo largarme a las carreteras del sur. Pienso corregirla cuando llegue, mandársela a mi profesor y ver cuándo tengo que defenderla.
Estoy leyendo, resumiendo, fichando y demás boludeces desde principios de diciembre. Es la primera vez que estoy trabajando tanto y... tan responsablemente para una monografía; claro que eso no garantiza que se trate de una mejor que las demás. Ya el hecho de que me haya costado tanto convencerme para sentarme y escribirla no me agrada demasiado. Bueno, en todo caso, conociendo las costumbres evaluativas puaneras la nota no me va a bajar de 9; pero todo este juego hace tiempo que es más contra uno mismo que contra la libreta.
Todos los que me vieron en la última semana conocen lo que me vengo quejando por cierta monografía que cada día pateo un poco más. Bueno, hoy redacté su primera página. Costó, y no dice nada, pero siempre la primera es la página más difícil. Además todavía no copypastié ninguna de mis sagaces notas en notepad ni utilicé una sola cita, así que son caracteres economicamente valiosos. 100% de relleno, pero 100% originales. No sé cuánto se supone que tiene que durar la monografía de siglo XIX, yo le calculo 15 páginas como mucho.
Ah, por cierto, la idea es terminarla antes del lunes que viene, así puedo largarme a las carreteras del sur. Pienso corregirla cuando llegue, mandársela a mi profesor y ver cuándo tengo que defenderla.
Estoy leyendo, resumiendo, fichando y demás boludeces desde principios de diciembre. Es la primera vez que estoy trabajando tanto y... tan responsablemente para una monografía; claro que eso no garantiza que se trate de una mejor que las demás. Ya el hecho de que me haya costado tanto convencerme para sentarme y escribirla no me agrada demasiado. Bueno, en todo caso, conociendo las costumbres evaluativas puaneras la nota no me va a bajar de 9; pero todo este juego hace tiempo que es más contra uno mismo que contra la libreta.
Lo que más lamento es que si la hubiera terminado en enero como había planeado, ahora podría hacer explotar mi casa de fiesta. Mis viejos se fueron unos días a la costa; el embole de estudiar y no hablar con nadie en todo el día (si bien es muuuuuy relajante y ayuda una barbaridad al estudio) me está volviendo un poco loco.
Igual estoy contento porque mañana y pasado recibiré visitar y finalmente entendí de que mierda se trataba El grado 0 de la escritura. Ah, también voy a ver a Banfield por la copa, pero mejor no me comprometo a contar nada de eso.
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